
Introducción
El sistema ADBlue se ha convertido en un componente esencial en la reducción de emisiones contaminantes de los vehículos diésel, especialmente bajo las normativas Euro 6 que buscan limitar los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx). Este sistema utiliza una solución de urea que, inyectada en los gases de escape, transforma los NOx en nitrógeno y agua, elementos inofensivos para el ambiente. De hecho, la mayor parte de vehículos que cuentan con el sistema AdBlue llevan la etiqueta medioambiental C verde, lo cual les permite entrar en las zonas de bajas de emisiones (ZBE) de las ciudades españolas.
¿Cómo funciona el sistema de ADBlue?
El sistema de ADBlue trabaja mediante un proceso llamado Reducción Catalítica Selectiva (SCR). La urea almacenada en un depósito especial es inyectada en forma de vapor en los gases de escape antes de que estos pasen por un catalizador. Al contacto con el calor del escape, la urea se descompone en amoníaco que, al reaccionar con los óxidos de nitrógeno presentes en los gases de escape dentro del catalizador, los convierte en vapor de agua y nitrógeno. Este proceso puede reducir hasta un 90% de las emisiones de NOx en condiciones óptimas.

Mantenimiento del sistema ADBlue
El mantenimiento adecuado del sistema ADBlue es crucial para su eficiencia. La solución de ADBlue debe rellenarse periódicamente, dependiendo del uso del vehículo y del modelo del mismo; por lo general, esto se necesita cada 10,000 a 20,000 kilómetros. Es vital no dejar que el depósito de ADBlue se vacíe completamente, ya que esto podría desencadenar un modo de funcionamiento restringido por parte del vehículo. Además, el sistema debe ser revisado regularmente para detectar posibles obstrucciones o acumulaciones de depósitos cristalizados, que pueden afectar el correcto funcionamiento del sistema de inyección y del catalizador SCR.

Problemas comunes con el sistema ADBlue en coches del grupo PSA
El sistema ADBlue en vehículos del grupo PSA, que incluye marcas como Peugeot y Citroën, ha enfrentado críticas por fallos frecuentes. Estos problemas suelen estar relacionados con el sensor de nivel de ADBlue, malfuncionamientos del inyector o fallos del software que controla la dosificación y gestión del sistema. Estos fallos pueden llevar a alertas constantes en el tablero y, en casos severos, a restricciones en la potencia del motor para limitar las emisiones. Los propietarios afectados a menudo necesitan visitas regulares al taller para actualizaciones de software y reparaciones que pueden ser costosas.

Esperamos que esta información te ayude a entender mejor el sistema ADBlue y a mantener tu coche funcionando de manera óptima. Si tienes experiencias o consejos sobre el mantenimiento del ADBlue, ¡compártelos en los comentarios!